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LAS MINAS DEL REY SALOMÓN. POR MIGUEL BERNAD.
Fotografía: E. Villarino
El que suscribe fue imputado hace ya más de dos años (entonces no existía el término investigado), por el juez Pedraz, el fiscal Daniel Campos y un inspector de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional), como dirigente de una “organización criminal”, dedicada a extorsionar a Bancos y a la Infanta Cristina de Borbón.
El “botín” encontrado e incautado a tan peligrosa “organización criminal”, repito, fue el siguiente:
– En mi domicilio particular se encontraron 650 euros.
– En la oficina de Manos Limpias, 450 euros. – En mi cuenta bancaria particular, donde cobro la pensión de jubilado, y tengo domiciliados los pagos de casa, etc., 1.350 euros.
– En la única cuenta del sindicato, 2.300 euros.
La elemental contabilidad de MANOS LIMPIAS se nutría, y se sigue alimentado, pues el Sindicato sigue existiendo y funcionando, de las cuotas de los afiliados, y de algún donativo de simpatizantes o personas a las que se había apoyado, aconsejado, etc.
La información falsa de que AUSBANC sostenía al Sindicato se cae por su propio peso: en dos años de relación únicamente nos ayudaron con 7.200 euros, por la venta de Loterías de Navidad con un 20% a favor del vendedor, o ayuda para pagar alguna fianza que los juzgados nos exigían para poder comparecer como acusación popular.
Se chequeó exhaustivamente mi escaso patrimonio, para ver si tenía dinero en el extranjero, o de dónde procedían mis bienes, dando la imagen de que yo era un potentado, cuando los datos anteriores lo contradicen claramente.
No tengo cuenta bancaria alguna en el extranjero, y solo poseo mi piso y un pequeño patrimonio inmobiliario en régimen de condominio con mis hermanos, y heredado de nuestros padres, que fue adquirido por ellos en 1952, nada menos.
Las “extorsiones” que un mosquito como Manos Limpias pudieran hacer a los principales bancos del país (La Caixa, Santander, etc.), que son gigantes, nacionales e internacionales, no se las cree nadie, pues carecen de toda lógica y sentido común.
Pero es más, la desvergüenza y desfachatez de la acusación ha pretendido acusarme a mí, en particular, y a Manos Limpias, de esos delitos, que no se sostienen.
El Código Penal vigente, en su artículo 243, establece que:
“El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados”.
El mosquito, Manos Limpias, a el que suscribe, un señor de 74 años de edad, cuando fui injustamente detenido y presentado ante la sociedad española como “el criminal número uno”, ¿qué violencia pudo ejercer ante el elefante del Santander, la Casa Real o La Caixa?
¿Desde cuándo los mosquitos pueden agredir a los elefantes?
De esa supuesta violencia y presunta extorsión, Manos Limpias y el que suscribe obtuvieron “cero patatero” de ingresos, como ha quedado acreditado a lo largo y ancho de la instrucción judicial, que dura ya más de dos años, dicho sea de paso.
¿Qué pretendían el juez Pedraz, el fiscal Daniel Campos y el inspector de la UDEF, criminalizando y lapidando a Miguel Bernad y a Manos Limpias, usando y abusando torticeramente de sus atribuciones profesionales, con abuso de autoridad y con desviación de poder, ante la impunidad que por su privilegiada situación tienen?
Supongo que lo hicieron obedeciendo órdenes superiores, por lo menos la UDEF, y hasta se la persona que dio esa orden, y que a Dios gracias acaba de dejar su despacho en La Moncloa, y no era el presidente.
Como sigo pensando que vivimos en un Estado de Derecho, con sus imperfecciones, por supuesto, espero que los Juzgados y Tribunales remedien este desaguisado cuando se celebre el juicio oral.
Y precisamente por ello, digo, alto y claro, que la “operación Nelson” contra el sindicato Manos Limpias y el que suscribe, Miguel Bernad, fue una auténtica “canallada”, no sé si a instancia propia o de la Casa Real.
¡Es sorprendente que quienes pertenecían –y seguramente lo siguen haciendo- a una auténtica organización criminal, tuvieran el descaro de acusarme de eso mismo!
Por lo visto veían la paja en mi ojo, pero no la viga en el suyo propio.
*Jurista y secretario general del sindicato Manos Limpias
LEER EN:
https://www.elcorreodemadrid.com/nacional/743392316/Las-minas-del-Rey-Salomon.-Por-Miguel-Bernad.html
http://www.alertadigital.com/2018/06/05/las-minas-del-rey-salomon/
https://heraldodeoregon.wordpress.com/2018/06/06/las-minas-del-rey-salomon/
https://www.mediterraneodigital.com/opinion/columnistas-de-opinion/miguel-bernad/las-minas-del-rey-salomon-de-miguel-bernad.html
http://latribunadecartagena.com/not/5829/-las-minas-del-rey-salomon-de-miguel-bernad/
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